sábado, 21 de septiembre de 2013

Taiwán



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Gallardón es el verso suelto de una modernidad que se resume en una forma de decir no sabemos a dónde vamos, pero caminamos en vanguardia.

    O sea, Taiwán.

    De alcalde, Gallardón taiwanizó Madrid, petando las aceras de motos y bicicletas (el viejo sueño franquista: ¡ay si el general, en vez de un Ridruejo, hubiera tenido un Gallardón!) y haciéndolas intransitables para el peatón, que ha de buscarse la vida por la calzada, entre los coches, a lo Gaby Cisneros, nuestro padre constitucional, cuando Otegui quería participarle sus ansias infinitas de paz.
    
Pedalea al pasado –dice el lema de unos museos madrileños (Cerralbo, Lázaro, Sorolla…) apuntados a la Semana Europea de la Movilidad (?).

    Pero no creo que sepan que están vindicando el apasionado alegato ciclofascista (“¡el vehículo vital por excelencia!”) de Ernesto Giménez Caballero:
    
El obrero y la obrera forman con la bicicleta su caravana de ida y vuelta de la fábrica, el morral a la espalda, la herramienta atada al cuadro. ¡Muchachas ciclistas, simpáticas, visión suculenta y pagana, visión excitante y nutritiva como ninguna!
    
Y, de ministro, Gallardón quiere taiwanizar el Código Penal, que es como decir la cárcel, donde dentro de poco, por la taiwanización, sólo habrá internautas.
    
Porque a Chaos y a Bolinaga podría caérseles el pelo, si se descargaran por la jeró una balada de Mikel Erenchun y los pillara la pestañí, cosa (lo del pelo) que no les pasó llevándose por delante un destacamento de la Guardia Civil.

    El delito, lo mismo que la traición, es cuestión de fechas.

    Cuando me llamaron a la mili por vez primera, todo eran penas de muerte. Diez prórrogas más tarde, todo eran rebajes de fin de semana.

    Hoy, delito es cualquier acto que así le parezca a Lo Progre, cuya idea de modernización consiste en cambiar “delito” (sedición, por ejemplo) por “derecho” (derecho a decidir), y al talego que vayan los que se descarguen el último Llach de Ramoncín.