domingo, 8 de octubre de 2017

En plena berrea

Macho alfa

Francisco Javier Gómez Izquierdo

    Creo que no es casualidad que esa chulería catalana de ser más que nadie haya pillado en tiempos de “berrea”. En tiempo en que los venados jaquetones, enloquecidos y cornudísimos (los de más grandes cuernos, los más berreadores) quieren para sí lo que sería más natural repartir. Los machos alfa  de los Montes de Toledo no son capaces de cubrir a todas las “pepas”, pero prefieren fenecer hartitos a consentir alegrías al asustado vareto, condenado a merodear un harén y ayuntarse al descuido y como de favor.

      El follón catalán siempre lo he comparado a este episodio de la Naturaleza que a comienzos del otoño señala los machos alfa de una especie que presume ante los iguales, superiores e inferiores dando muchos berridos y exigiendo derechos de pernada “por cojones” y “por cuernos”. Más rebuzno que bramido entiendo esa tontería abstracta del derecho a decidir, que tiene muchos ejemplos dispuestos a hundir la simpleza, pero para que nadie me trate de demagogo, echemos mano de uno que hace tiempo vengo escuchando y es proponer cuatro orates la ilegalización del PSOE o el partido Podemos. Se vota y se suman los síes y los noes. ¿Qué hacer si sale que si a la ilegalización? ¿Actuar a la catalana? ¿Y eso de Parlem ó hablemos? ¿Hablar significa facilitar la independencia o renunciar a ella? El Parlem seráfico es un independentismo dicho con flores. Sin machos alfas berreadores pero con muy perversas intenciones. En el Parlem está el señor Pedro Sánchez y la señora Colau, una pareja a la que yo no daría un billete de cincuenta euros a cambiar.

      Las “pepas” en su celo irracional  aceptan entre sumisas y encantadas, supongo, la dictadura del berrido e incluso agradecen consentidoras ser elegidas por la bestia violadora. No puedo entender el sometimiento y quietud de la hembra ante el furioso macho, como tampoco me cabe en la magín que el pedigrí del catalán de hogaño se mida por el nivel de odio que almacena contra lo que huela a español, tal que un servidor. Un catalán catalán, de esos que quieren independizarse me odia. A mí y a mi familia... y yo no les he hecho nada. Al contrario. Me he emocionado con mucha mas intensidad que miles de catalanes con el juego de Xavi, Iniesta y Messi... pero ya no resisto mas odios y deseo al Barça, no a sus jugadores, las mas humillantes derrotas. ¿Y la venta de camisetas como irá?

    Estas fotografías no son mías, como es evidente. Son de mi amigo Toño, al que me he llevado a la bendita soledad de los Montes de Toledo en compañía también del gran Paco, el más sabio de los guías.

Berrea y vencerás